21 octubre 2012

Celebro la vida



Sí, gente de sonrisas valientes, de líneas de expresión por tiempos inciertos que parecieron prolongarse eternamente. Sí, hoy celebro la vida. Cojo una copa de champagne y brindo con el pasado. No hay rencores. Me paseo por aquella vivienda vacía y polvorienta, donde un día dormimos y hablamos de las mujeres corpulentas de espíritu. No pagamos, tan solo delinquimos porque era nuestro deber como jóvenes creadores de frenesí y locura. ¡Viva la puta locura, que nos hace libre y bailarines improvisados! ¡Viva el arte de improvisar en cada momento, de crear canciones sin estribillos, de llorar y reír sobre la marcha, de perder la cabeza por su amor! Hoy brindo con mi vulnerabilidad por haberme echo partícipe de tantas fotografías que guardo enmarcadas en el mismo baúl donde me dejé las máscaras. La vida es un carnaval, un funeral donde todos visten de negro y lloran al unísono, la vida es aquello que decimos de manera pretenciosa pero sentida y, sobre todo, lo que no sabemos poner en palabras sino en muecas. Gracias vida por darme conciencia de mis derrotas y triunfos. Gracias conciencia cuando te callas, porque estás como ausente. No quiero volver a amarte con cada gota de sudor, pero es que... tampoco te me vayas. Quédate y ponte cómodo. Mientras tanto, puedes echar un ojo a mis álbumes de fotos o brindar conmigo.