30 enero 2011
En suspensión.
Acuoso. Amniótica parada, consciente, involuntaria.
Puertas al mundo exterior, bloqueadas. No para un rayo de sol a acariciar las ventanas.
Un Jonás, una vez al año a la deriva de un estómago opaco, callado. Corroído por el ácido que deshace todo lo que cae en él, que lo convierte en deshecho. Pero surcando los mares negros, donde ni los albatros moran. Nada.
En suspensión.
(Oh, you muse! will you wake me up today?)
A lo lejos, entre las barbas, lo azul cae como nota disonante que hace despertar la manada hambrienta, ávida de esperanza por la concreción de los hechos, por pisar tierra firme.
Me alejo. No pasa nada.
Nada. Ni la sangre que me solía abrasar a su paso raudo e imparable.
27 enero 2011
¡No me mires!
Basado en hechos reales.
Mientras tanto, escucho esta canción:
07 enero 2011
Solo pero uno
tú puedes,
yo carezco de voluntad,
de piernas.
Me transporto al mundo de los sueños
cada vez
desde el rellano de un edificio muy antiguo
de los años infinitos',
sin techo ni paredes adosadas a las puntas
de mis aletas empantanadas.
Nunca llego arriba, donde uno se tiende
en la yerba mojada a fumar mariposas,
donde uno tiende a dar vueltas en ninguna dirección,
sin tiempo,
solo pero uno.
Te añoro, mañana.
Te me apeteces, pasado, en secreto.
Despierto mi conciencia a las órdenes de unos profetas sin prefacios,
de reyes sin reinos, para estar presente
y me duelen los brazos, anclados, magullados
y exánimes.
Dime dulces mentiras.
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