30 enero 2011

En suspensión.


Acuoso. Amniótica parada, consciente, involuntaria.
Puertas al mundo exterior, bloqueadas. No para un rayo de sol a acariciar las ventanas.
Un Jonás, una vez al año a la deriva de un estómago opaco, callado. Corroído por el ácido que deshace todo lo que cae en él, que lo convierte en deshecho. Pero surcando los mares negros, donde ni los albatros moran. Nada.

En suspensión.

(Oh, you muse! will you wake me up today?)

A lo lejos, entre las barbas, lo azul cae como nota disonante que hace despertar la manada hambrienta, ávida de esperanza por la concreción de los hechos, por pisar tierra firme.

Me alejo. No pasa nada.
Nada. Ni la sangre que me solía abrasar a su paso raudo e imparable.

27 enero 2011

¡No me mires!



"Me miro por enésima vez al espejo, me recoloco el flequillo que tapa tres cuartas partes de mi cara inmaculada, perfil izquierdo, perfil derecho, arriba, abajo, giro de 35º a la izquierda de nuevo, ¡yeah! me enciendo un cigarrillo, salgo a la calle, luces, cámaras y acción. El mundo me espera. La gente me mira al pasar. ¿Qué les pasa? ¿Tengo monos en la cara? No, son mis Ray Ban de pasta roja, mis Converse All-Stars, mi camisa a cuadros rojos y verdes XXXXL, mi camiseta de "I'm a free bitch"  y mi bolso de Purificación García, que son lo más, y todo ello junto formando una espiral de eclecticismo estilístico, que sólo me pertenece a mí y deja fuera de juego a cualquier "mediocre". Camino lo más erguida que puedo con mi iPod rosa, mi Canon 5d dispuesta a retratarme en 180 poses y 240 estados anímicos diferentes que hora y media más tarde colgaré en el Facebook, Twitter, Tuenti y Myspace. La cabeza un poco torcida y la boca cerrada marcando labios, que así parezco más sofisticada. No miro directamente a nadie, pero observo de reojo como me escanean con sus miradas de primates lascivos, ellos;  y de pekineses enrabietados, ellas. Normal, tienen una envidia corrosiva de esta película que es mi vida y cuya única protagonista soy yo..."

Basado en hechos reales. 
Mientras tanto, escucho esta canción:

07 enero 2011

Solo pero uno


Tú puedes irte por tu propio camino,
tú puedes,
yo carezco de voluntad,
de piernas.
Me transporto al mundo de los sueños
cada vez 
desde el rellano de un edificio muy antiguo
de los años infinitos',
sin techo ni paredes adosadas a las puntas 
de mis aletas empantanadas.
Nunca llego arriba, donde uno se tiende
en la yerba mojada a fumar mariposas,
donde uno tiende a dar vueltas en ninguna dirección,
sin tiempo,
solo pero uno. 
Te añoro, mañana.
Te me apeteces, pasado, en secreto.
Despierto mi conciencia a las órdenes de unos profetas sin prefacios,
de reyes sin reinos, para estar presente
y me duelen los brazos, anclados, magullados
y exánimes.
Dime dulces mentiras.