10 noviembre 2010

Con los pies dormidos


10 de Noviembre del 2010. Latitud cero.

Otro día más, aquí, con los pies dormidos. En este punto preciso del desierto azul.
Desnudo, cuanto menos.
Sentado, meditabundo, desgastado por esta prórroga infinita.
Me enciendo un cigarrillo para apagar el frío que siento, que desgarra; el silencio del ocaso inconcluso.
Se terminan las provisiones, la esperanza zozobra.
Sesenta y nueve millones noventa y ocho mil cuatrocientas pulsaciones en total me indican que son muchas las pulsaciones por minuto y muchos los minutos por una resolución clara, definitiva, temporal.
 Trescientos cuarenta y cinco quintillones trescientas cincuenta y tres mil novecientos noventa cuatrillones trescientos cuarenta y cinco mil novecientos treinta y cuatro trillones cuatrocientos trenta y un mil cuatrocientos treinta y dos billones trescientos veinticuatro mil trescientos cuarenta y un millones doscientos ochenta y ocho mil trescientas cuarenta y cuatro pensamientos hacen eco en mi cabeza. De ahí para afuera, nada. Ni yo mismo.

Así que he decido coger mi maleta y marcharme a cualquier otra parte.

Leonard.

http://www.youtube.com/watch?v=Xb8VgBLwr2A&feature=related

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